Cese de actividad

Hace ya un tiempo que los lectores que aportan sus preguntas y comentarios a este blog, ven que se encuentran sin respuesta. Queremos pedir disculpas por ello.

Ante la falta de tiempo necesario para poder atender a las preguntas, hemos decidido ser honestos con nuestros lectores, y comunicar que ya no se responderán más comentarios en este foro.

Sin embargo, el blog seguirá abierto, porque a lo largo de este tiempo se han producido un buen número de conversaciones, que seguramente servirán de ayuda a nuevos buscadores de respuestas.

Si en  alguna ocasión hemos podido ser útiles, nos alegramos, porque ese era nuestro objetivo.

Saludos.

La válvula reductora de presión (II). Así se instala.

Hemos asistido a la colocación de una válvula reductora de presión. Como debe colocarse en la parte de la instalación más cercana a la entrada, aprovechamos el puente del contador que está bajo el fregadero.

En este caso el puente es de la medida justa para la llave de paso y el contador; por ello habrá que buscar un modo alternativo de ensanchar el puente, con el fin de que nos entre también la válvula. El ejemplo es muy habitual, ya que se trata de tubo de cobre de 15 mm Ø. En esta galería, les mostramos el proceso.

¿Demasiada presión? Ponte una válvula…

La sobrepresión de agua en las tuberías de las viviendas, es un problema la mayoría de las veces invisible. Su manifestación  más notoria suele ser el goteo de la válvula de seguridad de un termo eléctrico. Supongamos que  esa válvula está tarada a 6 Bares (Kg/cm²) y la presión del agua entrante es superior. En ese caso, para proteger el calderín del termo, la válvula de seguridad expulsa el agua sobrante.

Pero no es esa la única consecuencia: a medio y largo plazo, los mecanismos de la instalación se resienten. Así, los grifos y sus componentes, los flotadores de las cisternas, o elementos flexibles (latiguillos y gomas de lavadoras), tienden a estropearse con más facilidad. También afecta a la longevidad y funcionamiento de calderas y calentadores. Incluso a las tuberías, que en general están preparadas para soportar altas presiones. Pero conducciones como las de plomo (ya explicamos que todavía abundan), pueden fisurarse con facilidad. Con más probabilidad por la noche y en verano, que es cuando menos consumo de agua hay, y por eso aumenta la presión en la red general. Sigue leyendo

Muchas tuberías de plomo, todavía

Y tanto es así, que algunos estudios indican, por ejemplo, que en Madrid capital, un 20% de los edificios conservan aún estas tuberías de plomo. Es decir, en muchos de los construídos antes de 1.980, cuando se combinaban hierro y plomo como materiales para conducir el agua de  consumo humano. Sólo se solían usar para agua fría ya que la cesión de plomo de la cañería al agua caliente es mucho mayor. Y con mayor intensidad se transmite cuando el agua es ácida. Por ello se realiza un ajuste en el ph de las aguas públicas.

El plomo es un metal pesado y tóxico. No es necesario para el organismo, pero lo podemos adquirir a través de alimentos, el aire y el agua. Los efectos para la salud son diversos. Entre ellos se encuentran daños al riñón, a la fertilidad masculina, o alteraciones del carácter como la agresividad o impulsividad.

Por tanto, ¿es necesario sustituir las tuberías existentes de plomo? Sigue leyendo

Inodoros más cortos, inodoros más altos

Es bien cierto que a la hora de elegir los aparatos sanitarios para nuestro baño, nos enfrentamos a una enorme variedad de marcas, modelos y colores.

Aun así, la inmensa mayoría de ellos tienen algo en común: las medidas. Prácticamente todos tienen medidas estándar, y por eso se repiten las distancias entre el suelo y el asiento, y entre la pared y el extremo opuesto.

Sin embargo, las marcas se dieron cuenta hace algún tiempo de las ventajas que podría tener modificar alguna de estas cotas, para casos especiales. Y es importante que los usuarios tengan conocimiento de ello. Aquí vamos a tratar dos de estos casos, y mostraremos las soluciones que la casa Roca ideó para ellos.

Uno de ellos es el limitado espacio con el que cuentan muchos baños en nuestras viviendas, o en los pequeñísimos aseos de bares y restaurantes. Sigue leyendo

¿Por qué huele mal el baño?

Es uno de los problemas más desagradables que podemos encontrarnos en nuestros hogares. El mal olor que se produce en algunos baños; y cuyo origen no está siempre tan claro.

Supongamos que los sifones, o el bote sifónico, cumplen correctamente con su función. Esta es la de mantener un remanente de agua que impide el paso de olores desde las tuberías generales hacia los baños. Lo más probable es que el olor se localice en la taza del váter, o «inodoro«, que en este caso no lo sería… Habría que revisar la conexión entre la taza y la mangueta (desagüe), y solucionar rejunteando con masilla, o cambiando la boquilla  de enlace si fuese necesario.

Otra posibilidad es que el bote sifónico (o los sifones), se vacíen de agua. En baños que no se utilizan durante temporadas largas, es lógico que ese agua pueda llegar a evaporarse, dejando paso libre a los olores. Pero cuando es en un baño que se utiliza a diario, ¿cual es la causa de este vaciamiento?

Pongámonos en la tubería general de desagüe, la que va recogiendo el agua de cada planta. Al incorporarse a esa bajada el agua de una cisterna, produce un efecto de succión del aire que hay por encima. Por eso, toda bajada bien hecha, debe prolongarse hasta el tejado. Así el aire lo toma de la atmósfera.

Si no existe esta ventilación, la succión se realizará de desagües que estén por encima, y ahí se producirá el vaciado de los botes sifónicos. Si el problema se da desde un momento determinado, puede que alguna reforma en el último piso se haya llevado por delante el tubo de ventilación, para ganar unos centímetros de espacio.

Y contra esto, poco se puede hacer. Salvo meterse en obras en el último piso y prolongar la bajada hasta el tejado, o la fachada, si es más factible. Mientras tanto, si es su caso, abra los grifos de vez en cuando para rellenar los sifones, y evitar en lo posible el mal olor.

¿Ponemos un plato de ducha?

Es una de las obras más realizadas en los últimos años. Son innumerables las familias que han apostado por quitar esa vieja bañera para colocar un plato de ducha. Sea por el precio del agua, el coste de calentarlo, o por conciencia ecológica, en muy pocos hogares se utiliza la bañera para darse un baño. En cambio, el plato de ducha presenta algunas ventajas, como son el acceso para personas con dificultades de movilidad, o en el ámbito estético, da una sensación de mayor amplitud en el baño.

Esta es pues, una de las obras que más demandan los usuarios, y por la que los instaladores compiten en precio y tiempo de realización.

Sin embargo, la instalación de un plato de ducha plantea varios problemas que hay que tener en cuenta antes de lanzarse.

El primero de ellos es decidir si instalamos un plato de fábrica, o lo hacemos de obra. Sigue leyendo

Cuidados del termo eléctrico

El termo eléctrico es un productor y acumulador de agua caliente. Es sencillo de instalar, es limpio, y se puede colocar en cualquier lugar de la casa donde haya un enchufe eléctrico y un punto de agua fría y caliente (incluso encima de falsos techos: incomodísimo para el instalador). Estas son ventajas con respecto a los calentadores a gas, porque éstos precisan además de una instalación de suministro de gas, una salida de gases quemados, y estar situado en un local ventilado, y a una distancia determinada de la fachada por donde va a salir la chimenea. Ultimamente también se precisa de enchufe, dada la proliferación de calentadores estancos.

Sin embargo, el termo eléctrico tiene sus inconvenientes. El principal es la no continuidad en el suministro. Una vez agotado el agua caliente, habrá que esperar a que alcance de nuevo la temperatura de servicio. Y este tiempo dependerá de la cantidad de resistencias, y del volumen de agua a calentar. Aun así, el eléctrico es el calentador elegido por muchos usuarios que temen problemas con el gas. Tanto por posibles explosiones, como por constantes cambios en la normativa, que obligan a obras y reformas de instalaciones. Sigue leyendo

La herramienta del fontanero…, casi es historia.

Pues sí, muchos no recordarán siquiera el antiguo soplete de gasolina. De esos que algunos coleccionistas guardan como reliquias. Y no es que vayan a desaparecer a corto plazo, pero hay un buen número de herramientas tradicionales de la fontanería, que caen sin remedio en el deshuso.

Todo depende, claro está, de la evolución de los materiales en la conducción del agua corriente. A algunos, en el inicio de la profesión, nos tocó conocer el paso de las instalaciones de plomo y hierro, a las de cobre. De los desagües de plomo y uralita, a los de P.V.C. Y no sin reticencias por parte de muchos fontaneros de toda la vida.

En los últimos años, un gran número de materiales vienen a disputar el puesto que el cobre ha ocupado durante dos o tres décadas. Y con ellos, nuevas herramientas, máquinas y métodos de unión entre tubos y accesorios. De todos ellos, ya iremos hablando en su momento.

Por supuesto que se sigue usando el soplete y estaño para soldar las piezas de cobre. Pero este material, en fontanería, casi sólo se utiliza en instalaciones de gas. Y la tubería de hierro también se sigue instalando, pero para circuitos contraincendios y poco más. De hecho, tampoco ya va roscado. Se utiliza el tubo ranurado. Así, hasta las terrajas de roscar los tubos van perdiendo sentido.

Por ahora, vamos a echar una mirada casi nostálgica a esas llaves y tenazas propias del tubo redondo, cuando el tubo de hierro se roscaba a las piezas.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Ahorrando agua, que es muy sencillo

No vamos a venir ahora a concienciar sobre la importancia de ahorrar agua. Aunque siempre habrá excepciones, damos por hecho que la mayoría de los ciudadanos (usuarios todos), somos conscientes de la escasez de este elemento vital. Y si el argumento no fuera suficiente, siempre podemos hacer mirar al bolsillo. Aunque a veces da la impresión de que para algunos el agua es demasiado barata, por la poca importancia  que dan a su malgasto.

Pues bien, aunque en nuestra intención esté el ahorro de agua, no es mucho pedir que además adoptemos medidas activas en este sentido. Hay dos fundamentales.

1.- La instalación de filtros economizadores en todos los grifos de la casa. Cuando tengamos que llenar un recipiente concreto, no ayudará nada, pero para el resto de los usos servirá para suministrar menos agua en el mismo tiempo. Y con la impresión de que sale la misma cantidad. Los hay también para el flexo de la ducha. Así que fregar platos, lavarse las manos o la misma ducha, serán gestos mucho más económicos. La inversión es muy pequeña, puede hacerlo usted mismo, y valdrá la pena.

2.-¿Ha pensado cuántas veces usa la cisterna al día?, ¿cuántas veces veces la vaciamos sin ser del todo necesario? Con gran acierto, las marcas de componentes para cisternas llevan algunos años fabricando descargadores de doble pulsador. Esto permite vaciar una pequeña parte del agua, o la totalidad sólo cuando es necesario. Si todavía disponen de los antiguos descargadores, no es un gran gasto reponerlo por uno nuevo. En la tienda de su barrio le indicarán como sustituirlo. Eso sí, asegúrese antes de que el mecanismo existente puede desenroscarse. De lo contrario, es de una única pieza, y eso supondría tener que desmontar la cisterna completa para hacer la nueva instalación. Consulte precio con un fontanero y valore si es rentable.

No olvide que ese pequeño goteo de su cisterna, incluso un inapreciable hilillo constante de agua, puede ser un enorme gasto con el tiempo. Y por supuesto, un derroche. No lo deje pasar.

En muchos lugares recomiendan meter botellas en las cisternas para economizar agua. Desde aquí no lo consideramos apropiado. En muchas ocasiones conseguirá que el agua  descargado, al ser menos, no arrastre lo suficiente, y habrá que vaciar dos o tres veces para conseguirlo. Con lo que  el efecto es el contrario al deseado.

Y por lo demás, ya saben, el sentido común es el mejor aliado para lograr un consumo eficiente y racional.